¿Quieres ser más consciente cuando se trata del delicioso? Intenta seguir estas tres reglas de oro.
Tenemos intimidad por muchas razones. Lo hacemos por poder, prestigio, para complacer a nuestras parejas o porque suponemos que eso se espera de nosotros. Incluso, para emular a las personas que vemos en las películas para adultos.
Conociendo esto, nos olvidamos de la parte en la que se supone que el cuchi-cuchi se trata de juegos e intimidad con otro ser humano. Dejamos de lado que debe ser divertido.
La intimidad consciente es una forma muy profunda de conexión no solo con otra persona, sino también con nuestros propios cuerpos, deseos y placer. Y aquí te explicaremos tres reglas para activar ese enlace lúdico, satisfactorio y reflexivo:
1. Estar presente.
Una de las mejores maneras de estar presente es enfocarse en el cuerpo. La mente puede viajar en el tiempo al pasado o al futuro, pero tu organismo solo puede estar aquí y ahora. Cuando estamos haciendo el delicioso, experimentamos sensaciones un tanto impredecibles porque hay otra persona involucrada.
Y es un momento perfecto para practicar la presencia.
Desafortunadamente, no siempre es fácil quedarse con lo que sentimos. Nos enfocamos demasiado en lo que la otra persona está experimentando, cómo nos desempeñamos o cómo nos vemos sin ropa.
Ser espectador es desconectamos de lo que sucede y nos juzgamos a nosotros mismos como si estuviéramos desde afuera. Nada apaga más rápido el placer que el auto-juicio obsesivo. La atención plena nos enseña a observar lo que sucede y a ser amables con nosotros mismos.
2. Dejar ir los objetivos.
Una de las formas más rápidas de saltarse el presente es concentrarse en los objetivos. Muchos de nosotros pensamos que la meta del delicioso es, primero, la conexión entre los cuerpos y de segundo, llegar a un buen clímax.
Este generalmente no aparece cuando es forzado o apresurado, y una persona necesita sentirse segura y relajada para permitir que suceda esa liberación. Y esto no debe ser el centro de tu atención, especialmente si estás solo. Los juegos previos son claves importantes.
El delicioso es, fundamentalmente, un juego para adultos no estructurado. Debemos enfocarnos en lo que se siente bien, lo que sería divertido probar y lo que es placentero en ese momento, en lugar de preocuparnos por quién vendrá, cuándo y qué significa todo esto.
3. Escuchar para continuar.
Muchos de nosotros estamos atrapados en nuestras cabezas. Juzgamos y analizamos todo, tratando de resolver los problemas. Hay un tiempo y un lugar para eso, por supuesto, pero tu cuerpo tiene su propia sabiduría.
Cuando tenemos relaciones, existe la oportunidad de dejar que los sentimientos nos guíen hacia lo que se siente bien y nos aleje de lo que no. Podemos escucharlo y aprender lo que expresa el de nuestra pareja.
Hacemos esto en parte al prestar atención a la respiración. Si alguien está haciéndolo profundamente, generalmente está presente con su propio placer. Si su respiración es cada vez más rápida e intensa, su goce también lo será.
En general, cualquier cosa que le hagamos íntimamente a nuestro compañero de pasión, debería ser placentero para nosotros mismos. De aquí es donde surge el profundo sentido de conexión, algo no verbal en toda la experiencia erótica.
