El cáncer puede cambiar la forma en que te sientes con respecto a tu cuerpo.
Después de un diagnóstico de cáncer de mama, lo último en lo que probablemente estés pensando es en el delicioso. En cambio, probablemente los pensamientos que abarquen tu mente son aquellos en relación al costo del tratamiento, la cirugía o cómo manejar los efectos secundarios de la quimioterapia.
Si bien puede parecer vergonzoso o incluso tabú hablar de estos temas, estamos aquí para prometerte que no estás sola en estos desafíos. A continuación, te brindaremos algunos consejos para reconstruir tu intimidad después de un diagnóstico de cáncer de mama:
1. Identifica la raíz de tus desafíos íntimos.
El tratamiento afecta a cada persona de manera diferente. Muchas veces nos culpamos por los cambios relacionados con la sexualidad, pero eso no es justo. Es importante llegar a la raíz de estos inconvenientes para identificar e intervenir en la mejora de nuestra salud íntima.
Encontrarás que la ciencia detrás de los cambios hormonales que le ocurren a tu cuerpo puede ser culpa de la medicación. Y una vez que la causa sea algo externo, te sentirás con más poder para encontrar soluciones.
2. Ve más allá de la curación física.
Incluso de los efectos secundarios físicos del cáncer, tu diagnóstico y tratamiento. Todos estos aspectos pueden tener un gran impacto en tu imagen corporal. Afectando tu capacidad para tener intimidad con tu pareja o contigo misma. Y al agregar a la formula la falta de deseo, el problema puede parecer insuperable.
Entonces, ¿cómo debes abordar el lado mental de la curación?
Trabajar en la reconstrucción de tu confianza y agregar hábitos de amor propio son esenciales. También puede ser útil ir con un terapeuta para analizar el impacto que el cáncer ha tenido en tu imagen corporal y en tus relaciones.
3. Conócete a ti misma de nuevo.
Tu cuerpo ha cambiado, tanto física como hormonalmente, dejándote en medio de un mar de conmociones.
Lo que provoca en ti la pasión o aquello que te hace sentir protegida y segura puede ser diferente ahora. Tómate un tiempo para conocerte de nuevo. Esto puede ser a través de la autoexploración, yoga, baños más largos, masajes o cualquier otra cosa que te ayude a reconectarte con tu cuerpo. Es normal sentirte traicionada y enojada, como si te robaron parte de tu intimidad.
Para ello, te recomendamos probar algunos juguetes traviesos, crear un rol caliente con tu pareja o darles rienda suelta a los masajes íntimos.
4. Tú no estás sola.
Si tienes problemas con el cuchi-cuchi después del cáncer, debes saber que no estás sola. No te rindas contigo misma. Con una combinación de reflexión, intervención física, comunicación y paciencia, puedes reconstruir tu confianza y tener una vida pasional plena después del diagnóstico o tratamiento.
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