Seamos realistas: a veces, no importa cuántas velas enciendas o la música romántica que escuches, simplemente no estás de humor para el ejercicio pasional. Y por eso no hay problema en absoluto.
Resulta que es normal no anhelar el delicioso constantemente. Pero si descubres que pasan semanas o meses y todavía estás evitando una sesión de juegos traviesos, los siguientes trituradores de libido podrían ser los culpables:
1. El agotamiento.
Todos sabemos acerca de esto y cómo afecta el deseo de una pareja. Entre trabajar y cuidar a los niños y quizás incluso a los padres ancianos, el delicioso ocupa un lugar bajo en tu lista de prioridades. Puede ser difícil pensar en ello y aún más participar cuando no te queda ni un gramo de energía.

2. Te llevas el estrés a la cama.
Es fácil quedarte atrapado en la rutina diaria. El estrés es una parte inevitable de la vida actual. Pero dejar que te supere tendrá un impacto directo en tu pasión. Disfrutar con tu pareja puede llevarte a experimentar vulnerabilidad, libertad y relajación, pero es difícil concentrar tu mente en ello cuando te sientes particularmente estresado.
3. Tienes alguna enfermedad.
Para las personas que viven con ciertos padecimientos crónicos o condición médica, existen numerosas razones por las que puede ocurrir una pérdida de la libido. Siendo la ansiedad que se produce después de un diagnóstico una de las grandes culpables.
4. Tu mente puede estar sufriendo.
Cuando experimentas depresión o ansiedad, tu cuerpo entra en un estado de inquietud. Tu modo de lucha o huida se activa, lo que dificulta que tu cuerpo experimente funciones no esenciales, como la reducción del deseo. Una avalancha de hormonas relacionadas con el estrés, como el cortisol, puede contribuir a una disminución de la energía pasional.
5. No haces ejercicio.
Las actividades cardiovasculares aumentan la libido, con ayuda de la testosterona o las endorfinas. Así mismo, minimiza el cortisol (la hormona responsable del estrés). También prepara todas tus zonas primarias con una mayor circulación sanguínea y tensa tu suelo pélvico.
6. Tienes dudas sobre tu físico.
Con los años, tu cuerpo puede cambiar. Tal vez, esto sea el resultado de tener hijos, envejecer, menos actividad, comer en exceso, etc. Cualquiera que sea la razón, muchos se sienten mal con su propio cuerpo y deciden dejar de mostrarse al natural con alguien que lo ha visto en tiempos mejores.

7. Estás enfadado con tu pareja.
Esto habla alto y claro por sí mismo. Es poco probable que una persona que está enojada con su compañero de alcoba quiera tener intimidad física. Es fundamental que las parejas resuelvan su ira o se extenderá a muchas áreas de su vida en común. Siendo su vida íntima una de las más afectadas.
8. Problemas por los niños.
Si eres el padre generoso y tu esposa o esposo es más autoritario, podrían tener problemas. Toda la familia comenzaría a estresarse y también llegaría a perturbar el tiempo de pareja. Si estás discutiendo constantemente sobre la mejor manera de criar a los pequeños, es poco probable que te entregues al comportamiento a la pasión.