Si estás cansada de tocarte cariñosamente en la cama, ¿por qué no intentas mover tu juego a la ducha?
El placer solitario en el baño puede ser una frontera no explorada y novedosa para ti. Solo necesitas descubrir los ángulos correctos, encontrar tus juguetes favoritos y utilizar una alfombrilla de ducha antideslizante para evitar lesiones.
Puede ser la mejor manera de disfrutar de un tiempo a solas sin interrupciones. Prepárate para conocer estas increíbles ideas y llegar al clímax bajo tus propios términos en un lugar fuera de lo común:
1. Juega con la temperatura del agua.
Prueba con las diferentes temperaturas que te brinda tu ducha. Párate bajo el agua tibia y presiona tu pecho contra la pared fría mientras te tocas. Y sorpréndete cuando tu zona íntima responda a estas sensaciones.

2. Usa mucho lubricante.
Siéntate en una alfombra antideslizante o en el costado de tu bañera y prepárate para jugar con tu lubricante. Toma una cantidad generosa de este gel y con tus dedos, viaja hasta tus partes más nobles, tocando despacio y deslizándote en círculos. Permite que tus dedos aumenten la velocidad de estimulación a medida que se eleve tu placer.
3. Compra un juguete travieso.
¿Por qué no conseguir un artefacto que podría llevarte más lejos a nivel de intimidad? Existen muchos modelos con ventosas que podrían fijar en tu pared y ajustar su ángulo según tu propio ritmo. También puede elegir aquellos que vibran para una mayor diversión.
4. Haz tus ejercicios de Kegel.
No estamos bromeando cuando decimos que debes practicarlos. Contraer tus músculos del suelo pélvico durante un minuto puede aumentar la circulación en tus partes bajas y hacer que te irrites menos. Deja que tu mente divague y piensa en aquella fantasía que tanto te emociona mientras te mueves de arriba hacia abajo.

5. Descubre la posición correcta para ti.
Esta dependerá de si tienes una pequeña ducha o una bañera. Se trata del sitio que te haga sentir bien, cómoda y lista para la acción. Practica algunas posiciones diferentes hasta que encuentres alguna que te haga llegar a las estrellas. Y, de nuevo, no te pongas en riesgo de resbalarte o caerte, antes de poner manos a la obra.
Al terminar, date un baño. Una ducha tibia podría ser lo que necesitas para llevar tu placer al siguiente nivel. De hecho, te ayudará a ponerte de buen humor.