🔥🔥 DESEO vs ATRACCIÓN 🔥🔥 Curiosidades PICANTES que NADIE se atreve a DECIR 🤭

Hay muchas palabras que usamos para describir nuestras reacciones físicas y emocionales ante el delicioso o la idea de él. Y a menudo las decimos indistintamente, lo cual tiene sentido para muchas, ya que pueden estar relacionadas. Pero en realidad, hay un par de ellas que no son lo mismo, y las distinciones son importantes.

Confundir “desea” con “atracción”, puede llevar a expectativas poco realistas y mensajes contradictorios, los cuales terminan haciéndonos sentir mal con nosotros mismos. 

Por ello, hemos decidimos desglosar algunas de las diferencias entre el deseo pasional y la atracción íntima. Permítenos darte una pequeña lección de este vocabulario travieso:

Deseo placentero.

Es un interés consciente y motivado en el delicioso o la actividad más placentera, provocado por estímulos externos, pensamientos y fantasías privados. También puede ser llamado libido o lujuria. No es una entidad fija y puede fluctuar dependiendo de todo tipo de factores.

Se dice que, cuando hay un deseo espontáneo o sentimiento de hacer el cuchi-cuchi incluso con pocos o ningún estímulo. A menudo se vuelve más fuerte cuando ha pasado mucho tiempo desde la última liberación. Es un estado de ser en lugar de una respuesta.

Lamentablemente, igualar el deseo íntimo con otros impulsos humanos, por ejemplo, la avidez por la comida, puede resultar en nociones equivocadas.

Atracción íntima.

Es el apetito o la calentura causados ​​por una persona específica o un grupo de ellas. Es la libido con un objetivo. Alguien que experimenta atracción puede querer hacer el delicioso con la fijación de su enamoramiento o simplemente encontrarlo íntimamente encantador de una manera más general.

A veces va de la mano con la persuasión romántica, la apreciación estética o la conexión emocional. Pero ciertamente no tiene por qué ser así.

Podemos dividirla en patrones primarios y secundarios. Siendo la primera la que describe el proceso en el que un individuo se siente atraído por otra persona basándose exclusivamente en la apariencia física y sin conocer la personalidad de esta. Esta atracción puede centrarse, por ejemplo, en la voz, la química general o el carisma.

Por otro lado, la atracción secundaria ocurre de manera mucho más gradual. Donde la otra persona es vista con el tiempo como alguien más atractiva en la pasión a medida que se desarrolla un vínculo emocional significativo entre los amantes.